Cómo facilitar que tu alumnado integre el conocimiento

La integración del conocimiento es la capacidad de combinar diferentes tipos de información y conocimientos, con el propósito de lograr una comprensión coherente y útil. Por ello, tu propósito al impartir alguna acción formativa es que tu alumnado logre integrar adecuadamente el conocimiento que le transmites, para que pueda sacarle provecho en su desempeño profesional.
¿Qué es la integración del conocimiento?
Según Piaget, el conocimiento se alcanza mediante dos mecanismos de adaptación: la asimilación y la acomodación. Asimilar un concepto supone integrarlo en un esquema cognitivo que ya se tenía, mientras que acomodarlo implica tener que modificar un esquema, como consecuencia de lo novedoso o desconocido de ese concepto.
Veámoslo con un ejemplo. Supongamos que un niño o niña ve por primera vez una gacela, y de manera errónea cree que es un caballo o un ciervo porque es lo que conoce de antes. De esta manera asimila la figura de la gacela como otro tipo de ciervo o caballo. Sin embargo, cuando se le explica que se trata de una especie distinta, la niña o niño tendrá que acomodar su conocimiento previo para crear un nuevo aprendizaje.
Aspectos clave de la integración del conocimiento
A mayores de estos dos mecanismos de adaptación, hay una serie de aspectos clave sobre cómo se integra el conocimiento:
Experiencia
La puesta en práctica de un concepto teórico facilita que este se integre más fácilmente. Permite que los conocimientos se refuercen e integren en la memoria a largo plazo (MLP), ya que aplicarlos en situaciones reales hace que sean más fáciles de recordar, logrando además un aprendizaje significativo, el desarrollo de habilidades y la identificación de errores.
Marco conceptual sólido
A partir del cual se pueda organizar la información nueva. Esto se debe a que es mucho más fácil integrar un conocimiento que esté relacionado con lo que ya sabemos, mientras que las ideas o conceptos que no tienen relación entre sí (o que, por lo menos, no percibimos una relación entre ellas), pueden coexistir pero sin llegar a asociarse.
Reflexión
Analizar lo que se ha aprendido y cómo se relaciona con el conocimiento previo, facilita no solo que los nuevos conceptos se integren, sino también profundizar en el conocimiento y que las conexiones entre conceptos sean profundas y significativas.
Colaboración
La interacción y colaboración con personas con perspectivas y experiencias diferentes puede ayudar tanto a ampliar nuestra visión del mundo como a integrar el conocimiento de una manera más completa.
Proceso continuo
El aprendizaje es un proceso que se prolonga a lo largo del tiempo, incorporando nuevo conocimiento y actualizándolo a medida que se viven nuevas experiencias.
¿Cómo puedo aprovechar la integración del conocimiento con mi alumnado?
Desde WeKAb te recomendamos fomentar la reflexión durante o después de realizar una actividad, hacer uso de ejemplos y casos prácticos para que el alumnado sepa cómo aplicar los conocimientos en situaciones reales, fomentar la colaboración entre el alumnado, interconectar el contenido que estás impartiendo con el que tu alumnado ya posea, además de proporcionar una retroalimentación que permita dirigir su aprendizaje.
A mayores de esto, te recomendamos que, cuando estés impartiendo clase, repitas las claves del tema al principio y al final de la sesión, ya que la mente recuerda mejor la información que recibe en primera y última instancia, obviando con más facilidad aquello que se encuentra entre medias.
Otra manera de afianzar el aprendizaje de tu alumnado, es que realicen repasos cada cierto tiempo. En este sentido, es recomendable que el primer repaso se realice en las primeras 24 horas, ya que así se afianza el conocimiento en la memoria a corto plazo (MCP) y se facilita que después se transfiera a la MLP. Los siguientes repasos se pueden hacer después de una semana, un mes, tres meses, seis meses y un año.
Hay que tener en cuenta que la cantidad de repasos puede variar en función de la complejidad del tema y la capacidad individual de cada persona. Por ello, siempre deben estar adaptados a las necesidades de cada individuo.
Integrar el conocimiento de manera efectiva en el alumnado es un proceso que requiere estrategias bien definidas, práctica constante y un ambiente de aprendizaje que fomente la reflexión y la colaboración. La aplicación de conceptos teóricos en situaciones reales, el establecimiento de un marco conceptual sólido y la promoción de la interacción entre estudiantes son claves para lograr un aprendizaje significativo.
Como formadores, tenemos la responsabilidad de guiar a nuestro alumnado en este proceso, proporcionándoles herramientas y metodologías que faciliten la asimilación y acomodación del conocimiento. Al implementar estrategias como la repetición de información clave, la retroalimentación efectiva y los repasos programados, aseguramos que el aprendizaje no solo sea adquirido, sino también retenido y aplicado a lo largo del tiempo.
Facilitar la integración del conocimiento no solo impacta en el rendimiento académico, sino también en el desarrollo personal y profesional de cada estudiante. Apostemos por un aprendizaje profundo y duradero, que prepare a nuestro alumnado para enfrentar con éxito los desafíos del mundo real.